HABITAR EL CUERPO QUE SOMOS

 

Annamaya Kosha (El cuerpo hecho de comida)

Para esta vida se nos ha dado un cuerpo. El cuerpo es nuestro punto de encuentro con el mundo, pero también nuestro espacio personal de exploración, transformación y hogar.

Asumiendo que somos seres espirituales teniendo una experiencia humana, el cuerpo es nuestro espacio de auto-conocimiento.  El cuerpo nos permite encarnar nuestras emociones, nuestros deseos, nuestros encuentros y desencuentros.

Es que hablar del cuerpo, enunciar la corporeidad (literal) encarna sus complejidades, así como sus propios discursos desde la biología, genética, lo social, religioso, de género, política. Hablar del cuerpo es un campo amplio en todas sus representaciones, la vida gira íntimamente ligada a todo esto. Al hecho de ser un cuerpo. El cuerpo es una verdad que todos compartimos. El cuerpo nos representa como seres humanos,  como seres sintientes. Así que es inevitable no incluirle en la esfera de lo espiritual.

Por ello y sin más preámbulo le he dedicado esta entrada!

En la práctica de yoga buscamos no solo la salud física y el bienestar psico-emocional, también buscamos re significar el cuerpo, la experiencia de ser cuerpo; dejar de lado los tabús adquiridos socialmente entorno al cuerpo como si de algo ajeno se tratara, para encontrarnos con nosotros cuerpo como  Espacio Sagrado.

Esto es un cambio profundo como revelador. O entendido desde otra mirada…

Somos espíritu hecho cuerpo

   Recordemos el misterio y belleza que entraña el cuerpo humano.

Dentro de la filosofía Yoguica se tiene asumido que es tan divino como el alma, que a través del cuerpo que somos nuestro Ser se expresa. Para ello requerimos un cuerpo-consciencia.

Con la practica vamos forjando esta intimidad con el ser cuerpo. La práctica de yoga es una manera amable como terapéutica para “trabajar” con nuestro cuerpo de manera íntegra, respetuosa y con tierna delicadeza.

Es una forma gradual de ir haciendo cambios positivos que se siembran en el cuerpo con acciones claras y conscientes, pero que se gestan en nuestra multidimensionalidad. La practica de asanas (posturas) conlleva hacer uso de nuestros recursos tanto físicos, energéticos, mentales, discriminatorios, emocionales, espirituales; por ello es una “disciplina” completa en sí misma. Es más que la suma de sus partes.

El cuerpo en la practica de yoga es parte esencial pero no es ni el fin último ni se dejado de lado. Es el templo sagrado desde el cual experimentamos, sentimos, exploramos la vida.

El cuerpo está cargado de divinidad y significado. La práctica de yoga nos permite ir al encuentro con esta personal revelación.

Tan humano y tan divino el cuerpo es la representación misma de lo material y lo sutil habitando el mismo espacio. El cuerpo es proceso y expresión en si mimos.

Sin cuerpo no hay ritual ni entendimiento, a eso nos acerca la práctica de yoga, a un entendimiento transparente de nuestro ser. Nos volvemos unos conocedores de nuestro cuerpo-mente-espíritu. Por ello es una practica de auto conocimiento.

La gracia de la practica nos permite un reconocimiento del cuerpo, pero a la vez  la des-identificación del cuerpo como algo personal para llegar al saber directo de que somos el universo mismo.

Me parece una delicia pasar por el camino de entender y vivenciar sus funciones básicas, lo que le hace bien, lo que potencia su bienestar y mantiene su salud. Por ello es importante en la práctica de yoga saber que estamos haciendo. No restarle importancia a la química, anatomía, mecánica del movimiento. La práctica es auto iniciarte al compromiso de conocerte a ti mismo y cada vez es una re-afirmación.

El cuerpo es una verdad universal. Así que la práctica es para todos, desdé donde estés puedes sumergirte en sus territorios, en tus territorios. El cuerpo es un catalizador para volver a casa.

Contactar con el cuerpo con una nueva consciencia nos trae al momento presente., es un centro en movimiento. El cuerpo consciente es presencia y presente. De manera que nuestro cuerpo se torna luminoso, transparente, libre de tensiones.

Conocernos a nosotros mismos también es conocer el universo.

 

Gracias por leerme.

Con profundo cariño Odemaris